Mujer
Ana Peláez, Comisionada de Género del CERMI y presidenta del Comité de Mujeres del EDF, comparece ante el Parlamento Europeo para hablar sobre la violencia contra las mujeres con discapacidad
28/03/2012
Este jueves se celebra en Bruselas una sesión de comparecencias y debate ante la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad del Parlamento Europeo, sobre la violencia de género contra la mujer con discapacidad. El evento, organizado a iniciativa de la eurodiputada española Iratxe García, con la colaboración del Foro Europeo de la Discapacidad, EDF, contará en primer lugar con la comparecencia de Ana Peláez Narváez, Comisionada de Género del CERMI y presidenta del Comité de Mujeres del EDF.
La comparecencia se realiza con la intención de reivindicar ante las instituciones europeas la necesidad de conseguir una respuesta de la UE al delito de la violencia contra la mujer con discapacidad.
Está reconocido que las mujeres y niñas con discapacidad pueden sufrir innumerables actos de violencia, cometidos en sus hogares o en instituciones por miembros de la familia, por personas encargadas de su cuidado o por desconocidos. La esterilización forzada y el aborto coercitivo son tan solo dos ejemplos de las violaciones más flagrantes de sus derechos humanos sufridas por las mujeres con discapacidad, aunque no son, ni mucho menos, las únicas.
Las mujeres con discapacidad intelectual – que en muchas ocasiones tienen dificultades para denunciar casos de violencia y abuso – y las mujeres con discapacidad psicosocial – cuyos testimonios se interpretan como síntomas de ‘enfermedad mental’ – se tratan más a menudo como testigos poco confiables y no reciben una atención adecuada cuando denuncian la violencia sexual o el abuso. Expertos europeos en materia de salud mental afirman que las mujeres con problemas de salud mental corren mayor riesgo de ser víctimas de la violencia sexual, y las víctimas de la violencia doméstica son propensas a padecer trastorno por estrés postraumático, psicosis, depresiones e intentos de suicidio.
Es esencial que desde todos los ámbitos de la sociedad se visibilice y denuncie con contundencia esta situación de violencia que sufren las mujeres con discapacidad.